Descubrieron que un nivel más alto de potasio en la dieta se encontraba asociado con una reducción estadísticamente significativa y notable del riesgo de cálculos renales en todos y cada uno de los grupos.
Las adaptaciones para normalizar los niveles de K tienen dentro un aumento de la secreción tubular de K que ocasionalmente conduce a un nuevo estado de equilibrio de los escenarios de K, que con cierta frecuencia se mantienen más elevados de lo común (HK crónica)6–12. La hipercaliemia (HK) es un hallazgo recurrente en la patología renal crónica (ERC), más que nada en sus estadios mucho más avanzados. Pese al cúmulo de factores predisponentes al desarrollo de HK, el riñón es con la capacidad de sostener el cómputo de K hasta el momento en que el filtrado glomerular desciende bajo los diez-15ml/min8,9,11. No obstante, en estos pacientes podrían intervenir de manera eficiente mecanismos expepcionales de excreción de K que previenen que se alcancen niveles séricos extremos. La investigación sobre el papel relativo de cada uno de los elementos patogénicos en el desarrollo de HK podría contribuir a su régimen. El mecanismo patogénico más frecuente de esta perturbación es la ingesta-absorción de potasio que excede la aptitud excretora renal. Asimismo el aumento de la excreción intestinal de K es otro mecanismo adaptativo que se lleva a cabo de forma gradual en pacientes con ERC6,15,16.
El potasio trabaja íntimamente con el sodio y juntos desempeñan un papel fundamental en la salud de cada célula, así como en la regulación de la presión arterial, la salud ósea y el riesgo de padecer patologías crónicas. Las frutas que contienen proporciones significativas de potasio incluyen las frutas cítricas, el melón cantalupo, los plátanos o bananas, el kiwi, las ciruelas y los albaricoques. Lo ideal es que los riñones respondan al exceso de sodio eliminándolo por medio de la orina, pero a lo largo del desarrollo asimismo eliminarán el potasio. Los albaricoques (chabacanos o damascos) secos contienen mucho más potasio que los frescos.
La insuficiencia de potasio tiene como resultado menores escenarios de glucógeno guardado. Está recomendación de la OMS no aborda el intérvalo de tiempo de edad de 0 a 6 meses de lactancia materna única ni el periodo de tiempo de alimentación complementaria con la lactancia materna de pequeños de 6 a 24 meses de edad. La ingesta día tras día media de sodio se sitúa entre 2500 y 7500 mg y se consigue eminentemente como cloruro de sodio o sal. Una gran parte de esta elevada ingesta de sal se oculta en los alimentos procesados o preparados, pero equivale a entre una y tres cucharaditas de sal cada día.
Hoy en dia, la ingesta mínima sugerida de potasio en la dieta es de 2400 mg para las mujeres y 3400 mg para los hombres. Además de esto, una revisión de Cochrane evaluó el papel de las sales de citrato (como el citrato de potasio) para impedir y contener los cálculos renales que poseen calcio.
Además de esto, cabe rememorar que la mayor parte de los suplementos dietéticos solo proporcionan pequeñas cantidades de potasio, no más de 99 miligramos por porción. En el momento en que las pretensiones de potasio no se complacen apropiadamente sólo con la nutrición, lo normal es que los médicos receten sales de potasio en dosis de 1,5 g a 3,0 g diarios. Si las pretensiones de potasio del organismo no se satisfacen a través de la alimentación, es indispensable la administración de suplementos. En cambio, en Estados Unidos y muchos otros países, el promedio de ingesta día tras día de potasio es inferior a 2500 mg diarios. Ya que el glicógeno se utiliza al entrenar los músculos para conseguir energía, una deficiencia de potasio generará una destacable fatiga y debilidad muscular. En un trabajo publicado en Clinical Journal of the American Society of Nephrology, los estudiosos examinaron la relación entre el consumo de proteínas y potasio en los cálculos renales. Esa cantidad es aproximadamente la mitad del nivel de ingesta recomendada Té de romero contraindicaciones 4700 mg para los mayores establecida por muchas organizaciones de salud. Por otra parte, una dieta con alto contenido de potasio y bajo contenido de sodio puede ayudar a combatir la hipertensión. Varios estudios han demostrado que una dieta con bajo contenido de potasio y contenido elevado de sodio desempeña una función de primer orden habitualmente de hipertensión arterial, lo que aumenta el peligro de padecer un ataque cardiaco o un incidente cerebrovascular.
